…han pasado ya dos semana;
Sólo queda dar el último «toque» con la lanilla de acero y cera……frotar…frotar…frotar…y al pasar la mano desnuda sobre la superficie… sentir su alma de madera…cálida…anciana…y sabia. La mesina de Menchu nos cuenta su «historia» con sus grietas, sus cicatrices, desde los restos de color aún latentes entre sus vetas… NO ES UNA MESA NUEVA… es una mesa vieja, sabia…que luce con orgullo su PERSONALIDAD. ¡No es un mueble de Firma o de Marca,…ni siquiera de Estilo…! …es una mesa de HOGAR, de HOGARES que han dejado sus huellas en ella… …pronto volverá a ocupar su lugar… sintiéndose «renovada» al poder enseñar sus cicatrices con esa elegancia que sólo los ancianos más sabios logran con el tiempo…